
Las naves espaciales
COMANDO ASHTAR
Saludos en nombre de toda la Confederación Intergaláctica de Hermanos Mayores en servicio de ayuda al planeta Tierra.
A algunos de ustedes, les gustaría saber el funcionamiento técnico-espiritual de nuestras naves. Primero que nada, deseo que sepan lo siguiente: Las naves son los vehículos que nos permiten realizar este servicio a través de todo el universo en el cual nos desplazamos; por consiguiente, vienen siendo como los vehículos que ustedes utilizan para evolucionar: Sus cuerpos (Físico, Etérico, Mental y Emocional). Cada uno de ellos cumple su función específica.
Las naves, al igual que estos vehículos, son receptores de energía cósmica la cual se canaliza tanto por arriba como por la de abajo. Toda nave tiene un centro receptor dentro de ella que cumple la función de ser la mente y el corazón. Une lo técnico con lo espiritual y los complementan a perfección. Este centro receptor, llamado por nosotros Corazón-Luz de la nave, es como una especie de computadora. Sirve para captar vibraciones de los tripulantes quienes, indirectamente, controlan este Corazón-Luz casi sin percibirlo. Por lo general se programa para captar las vibraciones de un ser muy especial que, casi siempre, es el Comandante de la nave, debido a su mayor evolución. Por tal razón, resulta muy fácil el desplazamiento o ubicación de una nave: Solamente basta con que el Comandante centre su atención en algún lugar para que la nave se ubique allí instantáneamente.
Toda nave que esté diseñada con esté sistema técnico-espiritual obedece a las vibraciones generadas por uno o más tripulantes. Igualmente sucede cuando se desea acelerar o retardar la rata vibratoria para hacer desaparecer el vehículo o que se visible a los ojos físicos, en caso de que así se precise.

Desde este Corazón-Luz, proyectamos los Rayos: Tensor, Deutrónico, etc. Que algunos de ustedes ya conocen e invocan. Pueden darse cuenta que el mayor interés no está en la nave en sí sino en quien la conduce y controla. De ahí, la maestría, la luz que irradia la Nave Madre-Estrella dirigida por el Comandante Ashtar Sheran, conectada directamente a la vibración del Amado Maestro Sananda (Jhasua de Nazaret). Tampoco importa mucho el tamaño sino la luz que la nave es capaz de transmitir. Ya sabe: “Como es arriba es abajo”.
Las Naves Exploradoras son más pequeñas y dependen de la Nave-Madre. Dentro de ellas, también hay un Corazón-Luz conectado, al Corazón-Luz de la Nave-Madre. De igual manera, si se desea, pueden ser dirigidas por quienes están a su cargo en esos momentos, con objeto de realizar algún servicio.
Por norma general, los encargados de dirigir Naves Exploradoras usan las mismas que son acorde con sus vibración.
Un dato interesante: El Corazón-Luz sólo responde al mandato del Amor y la Luz del Yo Soy, pues esa es su programación. Queremos tanto a las naves como a nosotros mismos. Cuando estamos en ellas forman parte de nuestro ser. Son el vehículo que nos permite ayudar y servir.
Les aclaro que cualquiera no puede llegar a ser Comandante de una de estas naves, porque sería como si alguien de su planeta se montará en un avión sin estar capacitado ni conocer la técnica para ponerlo a funcionar.
Les sugiero que practiquen el amor a todo lo creado. ¡Déjense conducir por nuestro Padre Creador! Juntos, serviremos a este planeta que tanto lo necesita ahora.