Conseguir vivir tu propia carta sería ya un gran logro teniendo en cuenta que normalmente las influencias uniformizadoras de tu educación y la posterior presión social acaban por hacerte vivir una vida ‘estandarizada’ que en la mayor parte no representaría tu carta en cuanto a los intereses y herramientas con los que has nacido.
El segundo punto importante es que te responde no sólo al «cómo soy» sino al «para qué» soy como soy. Bastaría con que viviéramos un tiempo nuestra propia carta en paz para que nuestro propósito nos encontrara. Si te ordenas por dentro, lo de fuera se alinea también.
En realidad, el conocer y vivir tu propia carta es el primer paso, no el destino final. Aceptas y amas tu singularidad pero no te conformas porque entiendes que tu carta astral es un vehículo y que como tal es para moverse, para evolucionar, no para quedarse admirando o criticándolo. Tampoco deberías usar la Astrología para justificarte y esconderte detrás de tu propia carta astral. Cuando tomas consciencia de tu mecanicidad particular a través de tu carta, puedes afirmar: “yo soy así”. Pero también podrías añadir: “y así me va!”. Es al ver el precio que pagas por ser de determinada manera que puedes pasar por encima de tus patrones inconscientes de comportamiento usando tu consciencia.
Son las cartas con las que has nacido y son las mejores que te podían tocar para la tarea que has venido a desempeñar; aquella que nadie más va a poder realizar. Ojalá que acabes encontrándola por ti mismo o con la ayuda de la Astrología Psicológica!