Elegir vivir y disfrutar de la vida
La vida es una aventura, sabemos cuando llegamos pero no cuando nos iremos, y todo lo que ocurra entre un momento y otro va por cuenta nuestra. Suena incierto, ¿Verdad?, tal vez si, tal vez no, todo depende de lo que usted elija.
Un Lama dijo una vez «El tiempo de la vida es corto y la hora de la partida incierta, vive cada instante como si fuera el único». Es importante tomar en consideración que esas palabras fueron pronunciadas por una persona capaz de ver la vida desde la quietud mental que produce la contemplación, en la cual ese único instante forma parte del «Presente Continuus» y es una invitación a participar de la plenitud de la vida.
¿Por qué entonces se parece tanto «vivir cada instante como si fuera el único» al comportamiento de tantas personas que llevan vidas aceleradas?, la respuesta es muy sencilla, es como reza la máxima filosófica: «Los extremos se tocan», y está relacionado con la manera en que elegimos percibir la vida, veamos.
Percepción
Nuestra percepción de la realidad lo es todo, así como elegimos percibir el medio que nos rodea, así será nuestra vida. Si, es correcto, no importa que la realidad sea otra, si nos hemos convencido absolutamente de algo, esa creencia prevalecerá aun sobre los hechos, o por lo menos en como percibimos sus efectos.
Es por eso que podemos ver a dos personas con condiciones de vida muy parecidas, y a una quejarse mientras la otra disfruta. Las mismas circunstancias, la misma zona residencial, viviendas muy parecidas, ambas profesionales, niveles de ingresos casi iguales, misma condición cultural, social y familiar, y aun así una se queja de «su vida» mientras que la otra la disfruta.
Puede parecer increíble, pero es cierto. Es por eso que el área del comportamiento humano es una de las más interesantes. Podemos colocar a dos personas en una misma habitación totalmente pintada de blanco y sin ningún tipo de mobiliario, y mientras una notará que hay una minúscula mancha en la pared, la otra disfrutará de la claridad a su alrededor.
Esto se conoce popularmente como las dos caras de una misma moneda. Podemos imaginar que una cara es clara y la otra oscura, una positiva y la otra negativa, una radiante y la otra opaca. Podemos escoger entre tantas posibilidades como podamos imaginar, el detalle esta siempre en cual elegimos mirar.
Si, un detalle tan sencillo como ese es el que define como percibimos la vida, y a consecuencia, lo que obtenemos de ella.
Se ha dado cuenta que cuando observamos a los niños con naturalidad la frase que más frecuentemente se escucha es «Están tan llenos de vida» o alguna de sus variantes. Y es que simplemente reflejan que están vivos, sus mentes aun no aceptan limitaciones y para ellos cualquier cosa es posible de solo desearlo.
¿Recuerda cuando usted también era así?, ¿Lo recuerda?, fíjese que la pregunta dice «era», en pasado. Si respondió afirmativamente es señal de que su calidad de vida probablemente podría beneficiarse de un cambio.
De otra menara no necesitaría recordar porque lo vive. Podemos crecer físicamente, pero mantenernos eternamente niños, conectados con la vida.
Básicamente podríamos decir que hay dos maneras de asumir la vida (así como las dos caras de la moneda), una es esperando que las cosas sucedan para entonces reaccionar ante ellas, mientras que la otra es creando lo que deseamos en nuestras vidas mediante nuestra voluntad consciente al emplear nuestro poder.
Volviendo a la ilustración inicial, ¿Quién cree usted que se queja y cuál disfruta?. Por lo general quien espera para reaccionar se siente «victima de las circunstancias», mientras que quien es proactivo, quien decide y crea su vida como la desea se siente poderoso.
Si, poderoso, pero es un poder muy especial, que contrario a otros tipos de poder hace a quien lo posee humilde, pues se da cuenta que es artífice de su propio destino, asume la responsabilidad de crear la vida que se merece, y agradece y aprovecha la oportunidad de ayudar a cuantos se encuentren a su paso.
Parece grande, ¿Verdad?, y por supuesto que lo es, es la grandeza del ser interior, esa que todos llevamos dentro y es nuestra por derecho de nacimiento.
Y, si es nuestro derecho de nacimiento, y todos lo llevamos dentro, ¿Por qué no todos lo emplean?. Sencillo, para hacer uso de ese poder hay que decidir hacerlo.
Decisiones y Emociones.
Pocas cosas facilitan tomar una decisión más que quererlo. Cuando se quiere algo nos involucramos más profundamente en esa situación, y por lo tanto en nuestras vidas, al hacerlo estamos participando en el desenlace que tendrán esas situaciones.
Cuando queremos algo entran en juego factores emocionales y sentimentales que normalmente permanecen al margen cuando simplemente analizamos una situación intelectualmente y llegamos a la conclusión de que nos resultaría favorable.
Al ponerle corazón nos conectamos, con la vida, la sentimos, y percibimos todo de una manera tan diferente a como lo hacíamos antes, que todo resulta realmente fácil de lograr.
Si fácil, sencillo, ¿Cuánto?, mucho más de lo que se imagina, al conectarnos con la vida entramos en su corriente de flujo, y al actuar en armonía con las leyes del Universo, lograr lo que deseamos se convierte en el desenlace natural de nuestras acciones.
Pero eso si, es importante dejar atrás el esfuerzo, este pertenece a la lucha y al sufrimiento, y la vida se trata de disfrutar.
Disfrutando
Una vez dirigida nuestra percepción correctamente hacia la abundancia que nos provee el Universo, y habiendo elegido ejercer nuestro poder para volvernos artífices de nuestras vidas, y moldearlas para adaptarse a los más altos ideales, se trata simplemente de decir Yo Quiero.
Si, a riesgo de sonar como niño(a) malcriado(a) (¿acaso no lo somos todos en el fondo?), dígalo en voz alta, Yo Quiero, repítalo, Yo Quiero, una vez más Yo Quiero.
Que bien se siente, ¿Verdad?. Fíjese que sólo dijo «Yo Quiero», pero en ningún momento mencionó lo que quería, entonces, ¿Por qué se siente tan bien?.
Aunque pudieran haber varias explicaciones en diferentes grados de complejidad, aceptemos como suficiente para efectos de este artículo que fue simplemente porque quisimos hacerlo.
Si llegó a este punto es porque ya había tomado la decisión de elegir vivir y estaba buscando como lograrlo. Usted ya sabía lo que quería, quería sentirse vivo(a), por eso lograrlo fue simplemente una consecuencia de obrar en armonía con sus deseos.
Usted quería conectarse con la vida y por eso sintió que la vida hacia erupción dentro de usted. La vida está en nosotros y nosotros en ella, al conectarnos nos volvemos uno, estamos vivos.
Pero ¿Qué queremos realmente?, uno de los deseos más profundos de la humanidad es querer Ser. Si, Ser, y para eso necesitamos estar realmente vivos, y no simplemente arrastrados por la corriente de circunstancias externas.
Esa corriente de circunstancias externas que comúnmente encontramos en nuestras vidas nos conectan con, y algunos deciden permanecer concentrados en, lo que «Hacemos», y por eso desde lo que hacemos llevamos la vida que llevamos.
Pudimos ver mediante un sencillo ejemplo lo fácil que es sentir lo que «Queremos», y desde lo que queremos nos sentimos que podemos, porque nos conectamos con lo que «Somos».
Lo que somos es nuestra esencia (y de allí brota ese manantial de vida que sentimos), ese ser prístino que fue creado a imagen y semejanza de nuestro Creador. Al vivir la vida desde lo que somos tomamos las riendas de nuestro destino y creamos lo que sabemos nos conviene y beneficia a todos.
Desde lo que somos cualquier sueño que antes parecía inalcanzable se vuelve factible, y al ver el infinito panorama que se abre ante nosotros nos volvemos conscientes que los límites existían sólo en nuestras mentes.
Superando las expectativas.
Desde lo que somos podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos, y desde lo que somos sólo podemos plantearnos metas que estén en armonía con nuestro entorno y beneficien a todos.
Para facilitarnos emplear este poder es importante esclarecer lo que queremos, decir que queremos una vida mejor no es suficiente, es demasiado ambiguo, deja demasiado al azar. Comience por definir su vida tal cual como la quiere, concéntrese en los detalles y emplee esa capacidad maravillosa con que cuenta el ser humano que es soñar.
Un sueño es algo que nos inspira a actuar desde la emoción que sentimos al ver como nuestras ideas toman forma en nuestro pensamiento.
Recordemos que uno de los hombres más sabios de la historia, el Profesor Albert Einstein dijo una vez: «La imaginación es más poderosa que el conocimiento», y empleó ese poder para desarrollar la teoría de la relatividad al imaginarse que viajaba en un cohete hacia el espacio exterior.
La visualización es una de las herramientas más poderosas con las que contamos para lograr cambios en nuestras vidas. Al emplearla repetitivamente programamos nuestro subconsciente para actuar como una brújula que nos guía a lograr nuestros sueños.
Como beneficio adicional cuando empleamos los procesos de visualización y nos concentramos en como nos sentimos al hacerlo, descubriremos nuestras creencias más profundas, esas que hasta ahora habían moldeado nuestras vidas, y podremos modificarlas o reforzarlas según nuestra nueva perspectiva.
Cuando elegimos vivir nos percatamos que las dos caras de la moneda son Feliz y más Feliz, de esta manera la vida también se simplifica, así hasta elegir es más sencillo. La vida se convierte en una ecuación de ganar ganar.
¡Esperamos que elegir vivir le ayuda a descubrir la ¡Pasión por Existir.!
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