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La kali/ Lilth hiperborea y la sophia cristiana

julio 19, 2015

La kali/ Lilth hiperborea y la sophia cristiana

La vía iniciática preconizada por los Hiperbóreos para despertar y liberar y salvar a los Espíritus encadenados en el dolor y el karma de la materia por Jehová es, en correspondencia con el sendero de la mano izquierda por ellos elegido, la llamada vía tántrica o húmeda, por medio de la unión con lo que llaman la mujer Kali iniciadora, que les transmite e introduce el arquetipo vyria hiperbóreo, y es evidente que en esa estrategia y en tal filosofía -exenta de amor y púramente táctica- se alejan del concepto sagrado y trascendente de la Sophia pura y virginal que constituye la base y fundamento de la llamada Biblia gnóstica que fue la «Pistis Sophia» (véanse en tal sentido los dos números anteriores de esta revista BIOSOPHIA).

La mujer en tales prácticas es una Lilith, una sacerdotisa o prostituta sagrada, que se confunde con toda aquella tradición matriarcal (la «Gran Madre» o Mater Creadora pagana y terrena) de las diosas lunares de la antigüedad de variadas culturas, como Astarté, Ishtar, Innana o una parte de Afrodita, absolutamente contrapuestas al concepto de lo que significan la Virgen Madre Solar, como son la Sophia gnóstica, la Isis egipcia y la María cristiana, que superan y trascienden la lujuria y el sexo terrenales que representan aquellas divinidades antiguas y promueven la consciencia, la unidad crística y el amor altruista.

Entre la diosas tántricas femeninas destaca sobre todas la hindú Kali a la que se refieren los hiperbóreos con esa apelación de «mujer Kali», la iniciadora, cuya presencia se encuentra en los textos tántricos hindúes más antiguos.

El culto a Kali forma el núcleo de las tradiciones del shaívismo de Cachemira, cuyo origen se encuentra en los cultos de los campos de cremación.

Transciende la forma masculina de Shiva, Bhairava, sobre cuyo cadáver en pie, se sitúa la diosa. Kali, es una de las manifestaciones en las que se expande de acuerdo al Tantra y a las tradiciones compartidas Shivaítas (del culto al Dios Shiva) y Shaktas (referentes al culto de la Diosa Shakti), la Diosa consorte de Shiva el Dios de la Conciencia Pura y miembro de la tríada o trinidad hindú divina que distribuyen los poderes de Crear (Brahma), Preservar (Vishnu) y Destruir (Shiva). Kali es el aspecto manifiesto de la Diosa Parvati (la que mora en las montañas).

Kali famosa por su severidad y por su aspecto terrible, con multiples brazos, lengua roja amenazante, collares de cráneos y vestimentas hechas de brazos, apela básicamente a su naturaleza sensual, que lo consume todo. La guirnalda que la adorna, un collar de cabezas humanas, evoca las cincuenta letras del alfabeto sánscrito, suyas vibraciones mantiene unido el mundo fenomenológico.

Diosa de la destrucción, la muerte y la magia negra, dicen sus seguidores que tiene como enemigos a la hipocresía, la duda, el egoísmo y la envidia y sin embargo como amigos, a aquellos que la sirven y aman encarecidamente. Su culto es antiquísimo y todavía mayoritario en el estado indio de Bengala.

Es importante describir a Kali tal como es conocida en sus representaciones en los templos y en las pinturas devocionales. Sus tres ojos simbolizan las fuerzas exaltadas del sol, la luna y el relámpago.

Ella es el baluarte de la energía femenina terrena pura, la energía kundalini activa, y tiene el poder trascendental del sexo, la sensualidad y la encarnación del amor desenfrenado y voraz.

Kali encarna a la amante sexual, la oscura noche lunar, y por ello se dice que todas las mujeres durante el período oscuro de la luna y durante la menstruación adoptan de forma natural las cualidades de Kali, que destruye las ilusiones y satisface los deseos.

Como no conoce el miedo, no regatea en favores una mujer que se convierte en Kali arrastra a su hombre mas allá de las limitaciones mundanales, y , dicen sus adoradores tántricos, lo eleva por encima de todos los convencionalismos, de tal modo es capaz de unir la tierra con el cielo….

Los dioses defienden la doctrina de la castidad. Los demonios odian la castidad. En el sexo está la raíz del conflicto entre dioses y demonios.»»La gran batalla se realiza en la luz astral.» «El semen es el astral líquido del hombre. En el semen está la luz astral. El semen es la llave de todos los poderes y la clave de todos los imperios.» «La luz astral tiene dos polos, uno positivo, otro negativo.

La serpiente subiendo es positiva. La serpiente bajando, es negativa. Cuando sube, es la serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto. Cuando baja, es la serpiente tentadora del Edem.» «Cuando sabemos adorar y besar con ternura infinita y suprema castidad, la serpiente sube. Cuando gozamos ardientemente de la lujuria, y derramamos la copa, la serpiente se precipita embriagada por la locura, hacia los infiernos atómicos del hombre.» «LOS ÁNGELES DE LUZ Y LOS ÁNGELES DE TINIEBLAS VIVEN EN ETERNA LUCHA.

En el sexo está la raíz de la gran batalla entre los poderes de la luz y de las tinieblas.» Los señores de las tinieblas aborrecen al Cristo. Los hijos del abismo aborrecen a la Madre Divina. En sus regiones ellos atacan violentamente a todo aquel que invoque a la Madre Divina, o a su Hijo muy amado.»

«El hueso medular de la gran batalla es el sexo. Los Magos Blancos quieren hacer subir la serpiente.

Los Magos Negros quieren hacer bajar la serpiente. Los Magos Blancos siguen la Senda del Matrimonio Perfecto. Los Magos Negros aman el adulterio y la fornicación.» «En el reino de la luz sólo pueden vivir aquellos que han llegado a la suprema castidad. En el abismo, la castidad es un delito, y la fornicación se vuelve ley.»

«La gran batalla entre los Magos Blancos y Negros tiene su raíz en el sexo.

La Serpiente tentadora del Edem y la Serpiente de bronce que sanaba a los Israelitas en el desierto se combaten mutuamente. Cuando la Serpiente sube, nos volvemos ángeles; cuando baja, demonios.» «Los ángeles son hombres perfectos….

El origen de la Kali negra, la Kali Kundalini, está en Lilith, la diosa madre de los súcubos y los lilim.

Y en tal sentido las referencias hiperbóreas a Lilith como mujer iniciadora tántrica y virgen negra se basan en el aspecto rebelde y matriarcal de dicha figura, para muchos representación fundamental del arquetipo de la sacerdotisa o prostituta sagrada. Lilith es una figura legendaria de la mitología (o del folclore) judío: se la presenta como la primera esposa de Adán, anterior a Eva, y como un demonio que raptaba a los niños en sus cunas por la noche, como madre de los súcubos.

Podría ser una interpretación metafórica sobre la existencia del primer grupo de nuevos humanos Homo sapiens, que la leyenda nombra como Adán y Eva, pero que en realidad era un colectivo.

Lilith sería un demonio nocturno mesopotámico con tendencia a asesinar niños y se considera que existe una conexión entre Lilith e Inanna, la diosa sumeria de la guerra y el placer sexual.

La tradición judáica dice que cuando Adán, recién creado, protestaba su soledad, Yahvéh formó a Lilith, la primera mujer, del mismo modo que había formado a Adán, aunque en lugar de polvo puro utilizó excremento y sedimentos. Adán y tal demonio hembra nunca hallaron armonía juntos y como Adán tratase de obligarla a obedecer, Lilith, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y le abandonó.
Saliendo del Edén fue a dar a las orillas del Mar Rojo (hogar de muchos demonios según dicha tradición). Allí se entregó a la lujuria con éstos, dando a luz a gigantes y demonios, los lilim, que eran seres preadámicos semianimales cubiertos de pelos.

Cuando tres ángeles de Dios fueron a buscarla, ella se negó aduciendo que era una pecadora, por lo cual le fueron muertos cien hijos al día. Desde entonces las tradiciones judías medievales dicen que ella mata a todo niño menor de ocho días sin circuncidar.

También se dice que Lilith, una vez fue encontrada por el desterrado Arcángel Samael, para algunos origen de Satanás, bajó a los infiernos y allí fueron pareja. Entre su mucha descendencia monstruosa, como el Can Cerbero, guardián del Hades, se dice que fué la madre del buitre que había de devorar por toda la eternidad las entrañas de Prometeo encadenado al Cáucaso.

Esa Lilith nocturna y oscura que viene a representar el demonio-hembra básico, el arquetipo de mujer bruja, hechicera y prostituta, constituye el antepasado original de la entidad Kali, la diosa negra (no de raza sino de espíritu) patrocinadora del asesinato ritual y la magia negra, de la disensión, la muerte, la destrucción, el mal, la discordia, la perversidad, la guerra y la lucha, todos los conceptos que vienen a caracterizar a las Entidades Asúricas destructoras y que en este caso reivindican los Hiperbóreos como símbolo de su mujer iniciadora….

En definitiva la práctica tántrica iniciática en cuestión, basada en la relación con la sacerdotisa tántrica, exenta de toda relación conyugal afectiva, se resume en la realización del coito sin llegar al orgasmo, mediante la transmisión del arquetipo hiperbóreo por la mujer kaliniana al shadaka-aspirante.

Las teorías alquimistas tántricas dicen que de esta forma el fuego sexual no se apaga, y se emplea como energía calórica para hacer hervir el matraz de la alquimia interior que convertirá en oro todo el pesado plomo de la naturaleza humana y en definitiva afirman que dicha práctica es la única manera de elevar a la serpiente Kundalini hasta más allá de la coronilla y alcanzar así el nirvana luciférico, para liberar al espíritu y eventualmente regresar al Origen.

Pero hay que decir que el arquetipo femenino original gnóstico era la Sophia creadora, la Sabiduría pura, Hija de la Esencia Divina y Virgen y Madre de Dios, antecedente de la «Reina de los Angeles», la Madre de Cristo, la Virgen María, así como de la Shekinah de la Cábala judía.

Es Sophia Achamoth, uno de los Eones, la hija de la Gran Sophia, quien dió a luz a Ildabaoth, el Demiurgo, cuyo representante en la tierra es el bíblico Elohim Jahvé o Jehová, el enemigo para el Linaje Hiperbóreo, y es precisamente esa Sophia virginal, la que es equiparable al Anima Cándida crística, la protectora pura y virginal de nuestra alma, que eventualmente se unirá al Cristo interno en el Espíritu de Vida animico. Si adjudicamos la presencia de una Jerarquía Espiritual en cada caso, habríamos de concluir que, mientras la entidad que constituye a Sophia Virgen Madre sería un Espíritu Superior solar puro, el espíritu femenino liberador que reivindican los hiperbóreos, la Kali en la mujer «diosa» sacerdotisa iniciadora de los clubs tántricos, no es sino una identidad asurica de las jerarquías Oscuras que apelan al odio (al resentimiento que pregonan al Demiurgo y al mundo), al placer animal y a la separación egótica, en vez de al amor, la unidad y la individualidad crísticas de Sophia-Isis-María.

Una conjunción o un contraste que más o menos sería así

 

 

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